Construir viviendas con madera es una opción viable y económica en México, pues permite reducir costos hasta en 70%, sostuvo el gerente de Integración de las Cadenas Productivas de la Conafor, Ignacio González Hernández.
El funcionario de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) detalló en entrevista que en la actualidad instalar una vivienda de madera normal en el país cuesta en promedio una tercera parte que una de tabique, con una serie de ventajas que muchos desconocen.
Indicó que, contrario a lo que se piensa, las casas de ese material suelen tener larga duración, además de que son térmicas y facilitan su modificación o expansión de manera rápida y económica.
Desde luego advirtió que, a diferencia de las casas de concreto, por tratarse de un producto de madera requiere un determinado mantenimiento que puede aplicarse cada 10 o 15 años, con lo que se garantiza la misma comodidad de siempre.
González Hernández aseveró que cambiar la cultura en la materia y acabar con una serie de mitos y temores para construir en el país representan grandes retos para poder explotar ese recurso.
“Y es que en la cultura mexicana existe la creencia de que la madera para construcción es prácticamente para cabañas de descanso o construcciones de cabañas muy caras que se hacen en algunos fraccionamientos de lujo”.
Remarcó que, no obstante, no se le ve como una alternativa real para la fabricación de vivienda, aun cuando hay ejemplos muy claros de casas de esa naturaleza que tienen entre 40 y 60 años de haberse construido y funcionan con la misma eficiencia.
Ignacio González indicó que además la vivienda de madera es una solución eficiente ante contingencias o inundaciones que dejan a la población sin casa y tiene que acudir a un refugio.
En esos casos la construcción de una casa modular de madera puede llevar menos de 48 horas, con lo que se ofrece una solución cómoda y digna comparada con las casas de lámina o simples casas de campaña en casos de contingencia.
El representante de la Conafor explicó que para construir vivienda se puede utilizar cualquier tipo de madera, una vez que el único requisito es que haya pasado por un proceso de secado y un tratamiento en los casos de lugares con mucha humedad o insectos.
Puntualizó que por lo general en el hemisferio norte del planeta el principal recurso maderable explotado para casas suele ser el extraído de bosques de coníferas, aunque en zonas como México existen maderas tropicales que resultan ser más duras y resistentes, y por lo mismo un poco más caras ya que son escasas.
Otra barrera a la que se enfrenta la Conafor para promover el uso de ese material para la construcción, además de las barreras culturales, comentó, es que a las constructoras y administradoras de vivienda no se les puede obligar a construir con madera.
Esto se debe a que ese mismo temor y mitos hacen que la gente termine por negarse a comprar construcciones de ese tipo, ante lo cual organismos como el Infonavit, la Conavi y el Fovissste terminan por recurrir a la construcción tradicional en concreto.
Dijo que a pesar de ello en México existen empresas que ya construyen vivienda de madera con diversas opciones y diseños, de manera que quien las prefiera puede estar seguro que contará con el respaldo de ingenieros que le pueden garantizar un espacio a su gusto con todos los servicios que acompañan a una casa digna.
El reto para los próximos años, enfatizó, es trabajar para superar esa barrera cultural y aprovechar los recursos maderables para vivienda, lo que representa a su vez una oportunidad de impulsar el desarrollo y el crecimiento del sector forestal mexicano.