De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Juventud sólo 6% de los menores de 29 años viven solos y es probable que este bajo porcentaje tenga que ver con el manejo del dinero, considera que cualquier independencia empieza por la financiera. Te damos algunos consejos para lograrlo.
Las reglas del juego
Presupuesto. Desde antes de independizarte acostúmbrate a hacer cuentas de lo que ganas, cuánto gastas y en qué. La mayoría de quienes viven en casa de sus padres no saben en qué se les va el dinero. Para que no te quedes en bancarrota el primer mes, empieza a registrar tus gastos. Esta disciplina facilita saber con cuánto realmente puedes vivir.
Empieza un fondo de emergencias. Cuando vivimos en casa de nuestros padres no nos damos cuenta de que las tuberías se rompen, que las mascotas hacen destrozos, que reparar las goteras cuesta y que los electrodomésticos se pueden descomponer. Para todo eso necesitas un guardadito −idealmente− de tres meses de tus gastos mensuales.
Automatiza los pagos. La mayoría de los servicios se pueden pagar en línea y algunos bancos ofrecen reembolsos o tienen promociones si domicilias tus pagos. Esto te puede ahorrar largas filas, evitar recargos y hasta registros negativos en tu historial.
Calcula tus nuevos gastos. Muchas de tus rutinas cambiarán y si el camino al trabajo es una de ellas, revisa cómo impactará tus finanzas.
No te aloques con la renta. A todos nos gustaría un penthouse como primera casa, pero esto te puede apretar tanto que ya no tendrás dinero para salir, hacer planes a mediano plazo, comprar casa más adelante o atender emergencias.
Aunque no hay una medida estándar de cuánto deberías gastar en renta, lo mejor es no sobrepasar el porcentaje de deudas, es decir, el 30% de tus ingresos. Vivir con menos de 70% es difícil. Pregúntate si aguantarías un recorte de salario de ese tamaño.
Ahorra para el depósito. Te pueden pedir entre uno y tres meses de renta. Ten cuidado con los desperfectos que ocasiones porque si los hay y no avisas a tiempo, perderás ese depósito inicial. Si no tienes aval con propiedad en la demarcación, ahorra un poco más porque te pedirán un depósito mayor o pagarés firmados.
Amuebla con calma y no te endeudes de más. No pretendas equipar tu casa desde el inicio. Establece tus prioridades, revisa qué conviene meter a meses sin intereses y qué cosas puedes comprar después con un plan de ahorro.
Analiza comprar un seguro de casa habitación. Aunque en México no es requisito, en muchos países sí te lo piden para rentar y es muy útil. Te protege contra daños, robo de contenidos, incendios, fugas de agua, rotura de cristales, sismos, daños que tu mascota cause a terceros o que tus hijos ocasionen a los departamentos vecinos.
Como verás, aunque vivir solo implica más gastos, es un tema de organización y planeación. Si después de leer esto haces cuentas y no te alcanza, ponte una meta de tiempo y empieza a ahorrar para que pronto disfrutes de tu propio hogar, dulce hogar.