No se trata de evitar usar todo aquello que necesitamos para cocinar un buen plato o un postre delicioso. La intención es que cada cosa se encuentre en el lugar adecuado para no desperdiciar un tiempo precioso.
Las nuevas instalaciones de cocina potencian rincones, resquicios sin utilizar que, sin embargo, son capaces de acoger cualquier especiero o artefacto minúsculo que se pueda aprovechar.
Todo cabe en un jarrito…
Lograr cocinas prácticas y funcionales no es cuestión de espacio, es cuestión de orden y de aprovechar al máximo las posibilidades de cada lugar. Por dentro y por fuera, un sinfín de elementos colocan cada cosa en su sitio casi por inercia.
La célebre frase «es un cajón sin fondo» es muy real cuando de pronto de una gaveta salen -en sentido figurado-, miles de cosas, menos la que estamos buscando. Una especia, un salero, la cuchara de madera o el rayador que no aparece cuando lo necesitamos, nos dicen que hay que poner orden en la cocina.
Algunos consejos
Una de las cuestiones obvias tiene que ver con la elección del lugar: siempre se deben colocar más cerca las cosas que se utilizan a menudo. En estos casos, cajones de apertura fácil y deslizable con separadores regulables, permiten tener a la vista cualquier elemento y si, además, se puede modificar cada espacio para ir cambiando accesorios o envases, mucho mejor. Incluso situados a tu espalda, resultarán prácticos.
Colocar de manera ordenada los pequeños tarros de las especias, los coladores y los cuchillos, así como otro tipo de accesorios como, las pinzas, el sacacorchos y el abrelatas, es prioritario a la hora de condimentar y tener las cosas a la mano.
La resistencia y durabilidad de los cajones es fundamental para que los rieles y las bisagras no se resientan, los accesorios del interior deben acoplarse a la perfección.
Las ollas y cazuelas grandes deben tener un lugar apropiado en amplios y profundos cajones en los que, incluso, se pueda incorporar la tapa para que no se encuentre desperdigada en otro lugar.
El almacenaje fuera de las alacenas no tiene porqué convertirse en un estorbo. Barras imantadas o con colgadores donde dejar los cucharones, los cazos, las sartenes o los escurridores, son un acierto en todo tipo de espacios, especialmente en los pequeños.
¡Ojo! Los botes de cristal transparente te permitirán identificar inmediatamente su contenido. Garbanzos, lentejas, azúcar, arroz o pasta son los alimentos más habituales en este tipo de recipientes.
Estos y otros cambios, te facilitarán la labor en la cocina para aprovechar mejor tu tiempo durante el día.