Todos hemos tratado alguna vez de ahorrar sin lograrlo. Siempre se cruza algo en el camino. Para muchos es tan complicado como intentar una dieta. Al principio lo procuramos, pero tarde o temprano terminamos por romper las reglas que nosotros mismos aceptamos.
La razón por la cual se nos dificulta tanto ahorrar tiene que ver con los hábitos. El manejo de nuestro dinero es un hábito, como la alimentación: una conducta muy arraigada en el subconsciente que llevamos a cabo de forma automática.
Cambiar un hábito es una de las cosas más difíciles de este mundo. Esto sucede porque tendemos, de manera natural, a hacerlo de afuera hacia adentro. Es decir, tratamos de ir en contra de nuestra conducta arraigada a través de estrategias que terminan por fracasar.
Modificar un hábito requiere mucho más. Para hacerlo, necesitamos probar un nuevo enfoque que nos permita hacerlo de adentro hacia afuera. Es decir, tratar de modificar esa conducta de raíz.
¿Cómo lograrlo?
A través de una introspección, con el fin de encontrar qué es lo que más nos importa. En el caso del ahorro eso significa determinar las metas y objetivos para los cuales queremos ahorrar. Si no creemos profundamente en ellos, no tendremos motivación alguna para ahorrar.
Primero lo primero
Como estamos ahorrando para algo que nos importa, tenemos que ponerlo en primer lugar dentro de nuestro plan financiero. Un sistema de ahorro que se relaciona íntimamente con nuestras metas se conoce como «pagarnos primero a nosotros mismos». Este permite ahorrar el dinero antes de gastarlo en otras cosas, lo cual nos facilita el camino para conseguir nuestros objetivos.
Determina cuánto
El proceso es muy sencillo. Paga tus facturas básicas: hipoteca, teléfono, luz, agua, etcétera y a partir de ello determina qué cantidad mensual debemos ahorrar para alcanzar las metas establecidas.
El pago más importante
El secreto de este sistema radica en considerar esa cantidad mensual para ahorrar como una necesidad básica, la más importante de las facturas que tenemos que liquidar en el mes, y pagárnosla a nosotros mismos tan pronto como recibamos nuestro primer ingreso mensual.
Esto implica olvidarnos del esquema tradicional de presupuestar, que consistía en anotar por un lado nuestros ingresos, y por otro nuestros gastos. La diferencia entre ambos conceptos era lo que buscábamos – y no lográbamos – ahorrar. Ahora, al considerar el ahorro como un gasto, lograremos hacerlo.
8 pasos para lograr tener un ahorro
A continuación ofrecemos otros consejos que te pueden ayudar:
1. Abre una cuenta exclusiva para tus ahorros, así los mantendrás separados de la cuenta que utilizas para manejar tus gastos. Puede ser una cuenta bancaria o una sociedad de inversión, pero en todo caso debes buscar un rendimiento competitivo contra la inflación, ya que, tus ahorros perderían poder adquisitivo y valdrían menos con el tiempo.
2. Visualiza constantemente las metas que te has trazado. Esas son la motivación más importante para ahorrar.
3. Elabora un presupuesto personal escribiendo tus ingresos netos disponibles (después de impuestos), tus gastos fijos (renta, teléfono, luz, etcétera) y variables (alimentación, transporte, ropa, diversiones, seguros). Esto te ayudará a ver con claridad tu situación financiera y a identificar tu patrón de gasto. Al determinar en qué gastas y con qué frecuencia podrás tener mayor control de tu dinero.
4. Lleva en la cartera la menor cantidad de efectivo que puedas si no vas a comprar algo específico. Tampoco lleves tarjetas de crédito o débito así evitarás hacer compras impulsivas.
5. Ten una alcancía y deposita en ella toda la morralla que te haya sobrado en el día (por lo menos las monedas de 10 pesos). Te sorprenderás gratamente de la cantidad de dinero que podrás juntar en poco tiempo.
6. De vez en cuando, saca un billete de 20 pesos o más de la cartera y guárdalo en un sobre especial para ello. Al final del mes, deposita su contenido en la cuenta que abriste para tus ahorros.
7. Lleva un estricto control de los retiros en cajeros automáticos. Es mejor decidir cuánto dinero en efectivo necesitas sacar por semana y retirarlo sólo una vez. Debes comprometerte a no hacer retiros adicionales.
8. Si en tu empresa ofrecen como prestación algún plan de ahorro, inscríbete y trata de destinar la mayor cantidad posible. Esto puede ser de gran ayuda, ya que generalmente el monto que elijas es descontado por nómina, por lo que ya no contarás de inicio con ese dinero. Es importante verificar que ese plan te pague intereses por arriba de la inflación, de lo contrario, estarás perdiendo dinero.