Los profesionales inmobiliarios pidieron a la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados reconsiderar la aplicación de impuestos a la compra-venta y renta de vivienda, por considerar que afectaría a la industria y a la población.
El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Sección Ciudad de México, Roberto Barrios Gaxiola, fijó ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados la posición de este gremio de no gravar con impuestos nuevos a la vivienda.
Opinó que con la propuesta de reforma hacendaria, se limita el acceso a la vivienda para casi la cuarta parte de la población, integrada por inquilinos y propietarios que vendan o compren vivienda, o tienen una hipoteca.
Dijo que la afirmación de que «pagarán más, los que más tienen» es falsa en esta materia, porque los inquilinos, aproximadamente seis millones de familias, deberán dedicar más de 4.0 por ciento de su ingreso bruto al Impuesto al Valor Agregado (IVA) de su vivienda.
A su vez, señaló, los propietarios que tienen un mayor patrimonio no tendrán que pagar por este motivo.
En similar situación, abundó, se encuentran los propietarios con hipoteca, que deberán pagar dicho impuesto sobre los intereses, cuando los propietarios, sin la misma, que tienen más patrimonio no tendrán que pagar el IVA.
«Para los inquilinos que tengan ingresos como empleados o profesionistas, entre otros, este gravamen resulta doblemente injusto. Por una parte aumentan el impuesto sobre la renta a sus ingresos y por la otra, se grava con IVA el consumo, en este caso de vivienda», resaltó.
Abundó que los contribuyentes no cautivos únicamente pagarán por el importe de sus rentas, lo que lleva a la conclusión de que en todo caso, el monto de la renta debe ser un gasto deducible para efectos del Impuesto Sobre la Renta (ISR), expuso.
Barrios manifestó que para las personas que compren o vendan un inmueble, que en la gran mayoría de los casos es para satisfacer una necesidad natural y no una operación mercantil con fines de lucro, el costo fiscal bajará necesariamente su calidad de vida.
Agregó que en el caso de la compra de vivienda con hipoteca, quedaría gravada la operación con IVA y posteriormente el pago de los intereses también, lo que según un cálculo muy sencillo implicará más de 28 por ciento de costo adicional.
«En términos generales, al aumentar los impuestos a la compraventa, arrendamiento y financiamiento de inmuebles, provocará una desaceleración del mercado inmobiliario, cuyos efectos son imprevisibles, pero seguramente nocivos», destacó.